Si no estamos imbuidos de las denotaciones semasiológicas de los sintagmas, no es hiperbólico aseverar que la comunicación entre los entes multicelulares, bípedos, omnívoros y pensantes es prácticamente inasible.
Si usted entendió a cabalidad este párrafo, ¡felicitaciones! Eso demuestra que conoce muy bien el Diccionario de la Lengua Española. Pero quizá sería más fácil de comprender para el resto de los mortales, si dijéramos: Si no entendemos el significado de las palabras, no es exagerado afirmar que la comunicación entre los seres humanos es prácticamente imposible.Las personas e instituciones que trabajamos “para el desarrollo”, muchas veces olvidamos a quién le estamos hablando. En otras palabras, olvidamos que las personas pertenecen a diferentes medios geográficos y sociales, tienen diferentes experiencias de vida y, por lo tanto, se comunican de maneras muy variadas. Esto quiere decir que cada grupo humano ha desarrollado sus propios lenguajes y medios para comunicarse, que no son necesariamente la lecto-escritura. Si realmente nos interesa que nuestros mensajes sean recibidos, tenemos la obligación de adecuarlos a estos lenguajes; en otras palabras, a la cultura de los destinatarios. De lo contrario, será arar en el mar.